Con el concepto de fondo del Huis Clos (A puerta cerrada) de Jean Paul Sartre, la agrupación Pantheo Teatro pone en escena la pieza Una temporada en el infierno, donde textos de Rimbaud y Dostoievsky completan la dramaturgia de la misma. Tres condenados deben compartir sus experiencias eternamente, una y otra vez. Un mozo los guía hacia esa fosa común.
Escenográficamente, Jonathan Rodríguez diseña y realiza una suerte de jaula-cloaca octagonal elaborada con tuberías de aguas negras, en la que vivirán encerrados los tres malditos. Dentro de ella: tres pocetas, una para cada uno en la que defecarán ante los otros sus más viles actos, actos que los condenan para siempre.